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9/8/2021
Emotionhack_
Un nuevo curso, una nueva etapa, un nuevo año… o no. La vuelta de las vacaciones se puede presentar de muchas maneras y, mientras que para algunas personas esto lleva aparejado ilusión y energías renovadas, para otras puede suponer un verdadero reto o algo peor.
La pandemia ha afectado a nuestras vidas y a la forma en que se trabaja. Todavía no está claro desde donde vamos a desempeñar nuestras profesiones. Probablemente, con excepciones, lo más probable será trabajar unos días en casa y otros en la oficina y, aunque parece algo sencillo, lo cierto es que esto supone un verdadero cambio de nuestro contexto profesional. A todo ello hay que sumar los reencuentros con los antiguos compañeros, el conocer en persona a aquellos que se han incorporado a la oficina durante los últimos meses. Volver a ver a ese compañero de trabajo cuya presencia siempre te desasosiega o lidiar en persona con ese jefe que has podido tolerar durante las jornadas online pero que prefieres evitar cruzarte con él porque su temperamento es impredecible y el consiguiente torrente de emociones que todo ello conlleva.
Todo esto que describo son situaciones ante las cuales nos podemos sentir inseguros y, como consecuencia de ellos, podemos sufrir ansiedad. La ansiedad no es un estado emocional, ni un sentimiento, es una simple activación fisiológica que en cada persona se puede manifestar de una forma distinta. Independientemente de cómo se manifieste, la ansiedad conlleva un desgaste emocional y, de acuerdo con el Institute for Health Metrics Evaluation (IHME), en 2019 más de 284 de millones de personas en el mundo sufrían trastornos de ansiedad.
La ansiedad tiene que ver en muchos casos con la percepción que tenemos de las cosas, o dicho de otra manera, con lo que pensamos. Por ejemplo, la sensación de descontrol que nos genera pensar en situaciones que no dependen de nuestra voluntad suele ser un disparador muy frecuente de la ansiedad. En nuestro e_hack de gestión de la ansiedad abordamos esta cuestión con mayor profundidad. En este post te traemos una técnica muy sencilla que puede ayudarte en casos específicos y que esperamos que pueda serte útil. Se llama reestructuración cognitiva y tiene tres pasos:
Seguir estos tres pasos puede que te ayude a gestionar mejor tu ansiedad, pero al igual que esta técnica existen muchas otras que te pueden ser útiles. En Emotionhack_ queremos poner a tu disposición herramientas para desarrollar las capacidades que necesitas en cada momento. Aprender a gestionar la ansiedad en momentos puntuales, como la vuelta de las vacaciones, puede ser algo muy útil. Pero el desarrollo otras competencias, como por ejemplo la conciencia emocional, también pueden ayudarte a gestionar no sólo la ansiedad, sino también otras emociones u estados anímicos. En eso consiste ser un emotionhacker, en ser capaz de identificar las herramientas que están a tu disposición y ponerlas en práctica en el momento adecuado.