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3/16/2022
Francisco Martinez | CEO & Co-Founder de emotionhack_
El burnout es un estado de agotamiento emocional, físico y mental provocado por una larga exposición a un estrés demasiado alto. Normalmente es un fenómeno que ocurre cuando los trabajadores no son capaces de dar respuesta a las demandas o a las tareas que tienen que realizar.
Para hacernos una idea de la dimensión de este fenómeno en el ámbito laboral, a nivel global el burnout tiene un coste para las organizaciones de entre 120 y 190 billones de dólares, un ratio comparable a las pérdidas que provoca el cáncer (178.8 billones de dólares).
De acuerdo con el estudio realizado por la consultora Adecco, Resetting Normal 2021, la pandemia ha provocado que 4 de cada 10 trabajadores estén preocupados por esta cuestión y más del 54% de los líderes jóvenes han sufrido burnout. Dicho informe, cuya detenida lectura recomendamos, pone de manifiesto que estos líderes no cuentan con las herramientas suficientes para dar apoyo a sus compañeros de trabajo. De hecho, más de la mitad de los mismos (53%) consideran que es muy difícil identificar el bienestar emocional de sus trabajadores o el hecho de que estén expuestos a más trabajo del que deberían o al burnout. En particular, un 45% de los trabajadores pertenecientes a la Generación Z y un 42% de los Millenials consideran que el burnout ha sido una preocupación significativa en el último año.
Poniendo el foco en España, un 37% de los trabajadores considera que su bienestar emocional ha empeorado en los últimos 12 meses y un 39% dice haber padecido burnout. El dato más preocupante para las empresas españolas es que, pese a ese signo que refleja el daño que el burnout está provocando, sólo un 14% de los trabajadores piensa que su empresa va a poner en marcha alguna medida que permita prevenirlo.
Otro de los datos destacables sobre España, y relacionado directamente con la materia que nos ocupa, es el hecho que la satisfacción que tienen los empleados con sus líderes es inferior a la media global, siendo un 47% de los managers los que confiesan estar satisfechos con su liderazgo, frente al 53% global. Por su parte, sólo un 37% de los empleados están contentos con sus managers.
Con estos datos urge poner en marcha estrategias que atajen este problema. A continuación daremos una serie de claves que permitirán entender qué es lo que conviene y lo que no conviene hacer para prevenir el burnout.
No conviene:
Conviene:
Enfatizaremos que una de las claves para prevenir el burnout es dar herramientas a los managers y a los líderes que les permitan detectarlo. Sin embargo, la realidad que refleja el informe de Adecco anteriormente citado, pone de manifiesto que mientras que la mayoría de los altos directivos (78%) consideran que se está realizando una inversión efectiva en el desarrollo de sus competencias, un bajo porcentaje de empleados (37%) y managers (56%) consideran que es así. Algo que está directamente relacionado con las dificultades para detectar el fenómeno del burnout que mencionamos al principio.
Los efectos de la pandemia se seguirán notando durante mucho tiempo y la adaptación de los empleados al formato híbrido de trabajo exigirá el dominio de un set amplio de soft-skills que permita prever y anticipar, no sólo el burnout, sino la rotación de la plantilla, la pérdida de motivación y de compromiso de los trabajadores.