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5/17/2022
Francisco Martinez | CEO & Co-Founder de emotionhack_
La motivación es aquello que nos ayuda a mantenernos en acción para lograr nuestros objetivos. Sin motivación es muy difícil conseguir nuestras metas o superar nuestros retos. En momentos o lugares complicados las personas que tienen motivación pueden llegar incluso a generar recelo “es un motivado, pronto se dará cuenta de que aquí las cosas nunca cambian”. Hay pocas frases más demoledoras que esa para alguien que llega a un sitio con ilusión por hacer su trabajo. Por otro lado, frases como esas son síntoma de que la cultura de ese lugar en concreto tiene un serio problema, pone de relieve que en ese lugar existe una falta de motivación preocupante y una ausencia de liderazgo muy grave. Hoy no hablaremos de esos lugares mohínos, sino de cómo entender a esa persona que llega con ganas y con altas dosis de motivación y cómo pueden contagiarse los demás.
San Agustín definía el orgullo como “el amor de la propia excelencia”, y es precisamente la relación entre la emoción del amor y la del orgullo la que esconde el secreto de la motivación. El orgullo se entiende, la mayoría de las veces, como un vicio o algo negativo: “la excesivamente alta opinión de uno mismo” es como lo define el Diccionario Oxford. Sin embargo, el orgullo es una emoción que es clave para la motivación por las siguientes razones:
Por esta razón el amor es la emoción que nos motiva. Es el amor el que nos alienta para actuar y perseguir aquello que queremos. Pero si no crees en ti mismo, no podrás conseguir aquello que deseas, te estarás convirtiendo en tu mayor enemigo.
Esta fórmula de orgullo y amor que te describo es la que han descubierto aquellos que consiguen cambiar las cosas y conseguir sus objetivos por muy difícil que parezca. Es habitual que en nuestro entorno, en particular en un país como España, el ingrediente del orgullo no esté presente en su justa medida. De ahí que las personas motivadas cuando llegan a un lugar de los que mencionábamos al principio del post, muchas veces generen sorpresa y, en algunas ocasiones, incluso lástima porque se es consciente de la energía que ese motivado/a va a malgastar hasta que se de cuenta de que no vale la pena seguir luchando por quien no quiere cambiar. Los que han visto pasar por delante de ellos lo mismo una y otra vez saben que al final, la persona motivada tiene amor propio y cuando se da cuenta de que las personas no quieren cambiar encuentra un lugar donde sí que haya personas que estén dispuestas a hacerlo.
La ausencia de motivación es algo que se produce, por tanto, por dos motivos: por falta de amor o por falta de orgullo. Si eres de esas personas a las que les cuesta encontrar la motivación piensa: