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1/5/2022
Francisco Martínez Co-Founder & CEO de emotionhack_
¡Feliz año! La primera entrada del año del e_blog no va a ser la clásica de “6 claves para conseguir tus propósitos de año nuevo o 22 tendencias en el mundo de los RRHH”. Hemos hecho varias de esas durante el año pasado y también las haremos durante el 2022. Sin embargo, queremos empezar de forma distinta, de forma poco convencional.
Los comienzos del año suelen ser momentos en los que pensamos que tenemos más fuerza, que somos capaces de hacer cosas que hemos sido incapaces de hacer en el pasado y que, por alguna razón cósmica e ignota, conseguiremos las metas que nos hemos fijado, simplemente porque es año nuevo. Son pensamientos positivos, que están muy bien y que te van a ayudar a retomar tu día a día (después de unas vacaciones y de algún que otro exceso) pero que se diluirán como un azucarillo cuando la vida te vuelva a poner en tu sitio, o dicho de otra manera, te suelte la primera de revés.
El comienzo de un nuevo año está bien para ejecutar planes, pero los planes no se hacen de la noche a la mañana. Como te decíamos en el post de “adviento emocional” es en diciembre, o incluso antes, cuando hay que preparar el arranque del nuevo año, no ahora. La adrenalina y la sensación de frescura después del descanso navideño te pueden llevar a engaño y a pensar que puedes con todo. Ni de coña. Que el planeta de una vuelta más al sol no te da superpoderes.
Personalmente, a mí el mes de diciembre me ha arrasado. Mi familia suma un nuevo miembro y ya somos cuatro. Mi pequeña se adelantó tres semanas y toda la planificación que tenía para cerrar la estrategia del 2022 se esfumó. Por eso, entre otras cosas, no os estamos acribillando a emails y a campañas de descuento por ser inicio de año como hace todo el mundo. El próximo domingo, cuando te toque poner el despertador, a tu entusiasmo post navideño probablemente le ocurra algo parecido a lo que le pasó a mis planes: Se esfumará. Sin embargo, caer en el conformismo es lo habitual. Resignarse y renunciar a esos deseos que nos trae cada vuelta al sol es lo que hace la mayoría de la gente.
Piensa sobre ello. Es una lástima que acabes como acaba casi todo el mundo, es una lástima que lo hagas y apenas te des cuenta de qué está ocurriendo. En este post no te voy a animar a que hagas o dejes de hacer algo, no soy tu coach, ni tu terapeuta y no quiero serlo. Pero me jode que tengamos en nuestras manos el evitar ser una oveja más del rebaño y nadie nos haya enseñado a hacerlo.
En emotionhack_ tenemos el propósito de que la gente se dé cuenta de que tiene mucha más capacidad de la que cree y darle las herramientas para desarrollar toda esa capacidad. No sabemos qué capacidades, ni que motivaciones tienes tú, pero sabemos que todos, incluido tú, tenemos ambas cosas. Lo que distingue a aquellos que ponen en juego todo su talento y dan respuesta y satisfacción a sus metas de aquellos que no lo consiguen tiene que ver con varios factores:
“Estaba en el momento y el lugar adecuados” es algo que se suele decir de aquellos que han alcanzado el éxito. A menudo, se ignora qué camino ha llevado a esas personas a estar en ese momento y en ese lugar. El problema es que tendemos a pensar que el camino que le ha servido a otro nos servirá a nosotros también y, desafortunadamente, eso no es así. Cada uno de nosotros somos únicos, diferentes y sólo nosotros somos capaces de entender qué es lo que nos hace diferentes de los demás. Hackear las emociones empieza por conocerse a uno mismo partiendo de la base de que lo que a ti te funciona puede funcionarle a otra persona por una razón totalmente opuesta a la razón que hace que a ti te funcione. Partiendo de esto, cada uno encontrará el entorno que mejor le funcione de distinta manera y entenderá que sus tiempos son unos u otros en función de sus fortalezas y debilidades.
Puede que los dos patitos se parezcan mucho, pero ni tú ni yo somos patos y si recuerdas el cuento, al final era el patito feo el que se convertía en cisne. ¡2022, empezamos!
